martes, 22 de noviembre de 2011

El complejo siglo XX y la reflexión antropológica


Con Bertolt Brecht...

“¿Sé lo que es el arroz?
¡Qué sé yo quién lo sabe!
No sé lo que es el arroz,
sólo conozco su precio.
(…)
¿Sé lo que es el hombre?
¡Qué sé yo quién lo sabe!
No sé lo que es el hombre,
sólo conozco su precio.”
(Brecht, B. “Canción del comerciante”)
Con Francisco de Goya...

“El sueño de la razón produce monstruos”,
Francisco de Goya, Grabado nº 43 de Los Caprichos (1799)
Con Walter Benjamin...
“Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Ángelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajado, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso” (Sobre el concepto de historia, tesis XI)

Ingresemos al siglo XX

¿Y si empezamos con una canción?...
Te invitamos a escuchar Cambalache:

¿Cuál es el diagnóstico del siglo que nos ofrece la canción?
¿Cuáles expresiones elegirías para sugerir a alguien que medite sobre el siglo XX? 

Escuchala haciendo click aquí: Cambalache



Tiempos modernos y la alienación del trabajo

Tiempos modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado Charles Chaplin. El film retrata las condiciones de empleo industrial de la clase obrera en la época de la Gran Depresión. La producción en cadena y la eficientización del trabajo son las claves de esas condiciones inhumanas. La película también proyecta un futuro de mayor "maquinización" del trabajo y con menor costo.


Observa la escena seleccionada de la película y comenta:
¿A través de cuáles imágenes puedes visualizar las dimensiones del trabajo enajenado/ alienado descriptas por Marx en sus Manuscritos? ¿Qué reflexiones te sugiere el film en torno de la relación trabajo y género humano? ¿Cuál es su actualidad y cuáles nuestros desafíos en torno del trabajo como actividad específica humana?



Link recomendados


Para seguir leyendo...

Marx
Manuscritos de economía y filosofía

La "sospecha" antropológica del siglo XIX: Marx, Nietzsche y Freud


A partir de Karl Marx, Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud surgen en el horizonte de la filosofía occidental nuevas formas de aproximación interpretativa a la realidad, que se desarrollan en sentido diferente de aquella filosofía centrada en la actividad racional del sujeto o filosofía de la conciencia, cuya culminación se encuentra en el pensamiento hegeliano. El ejercicio de la sospecha consiste en cuestionar la capacidad de la conciencia para superar mediaciones y colocarse en forma directa frente a la verdad. En efecto, la realidad se nos aparece mediada por signos de naturaleza diversa, por la actividad productiva, el trabajo, por construcciones racionales, valoraciones e ideologías que opacan la conciencia, la tornan confusa y ambigua.

La polémica antropológica de Voltaire contra Pascal, ese "misántropo sublime"


La polémica de Voltaire contra Pascal da cuenta del enfrentamiento de dos visiones del mundo y del hombre.
  • Pascal vivió en el barroco siglo XVII y desde la pregunta "¿Qué es el hombre en el infinito?" estableció el carácter intermedio, desproporcionado y paradójico de la condición humana. El hombre pascaliano se estremece ante el "silencio eterno" de los "espacios infinitos" y necesita de un redentor que reasegure su existencia. No hay nada en la tierra que no muestre la miseria del hombre sin Dios: angustia, aburrimiento, vacío, necesidad de diversión,... o bien la felicidad y reposo o paz del hombre con Dios.
  • B. Pascal          -         Voltaire
  • Voltaire, inspirador del movimiento ilustrado del siglo XVIII, le responderá a través de su Carta Filosófica nº 25 (además de otras observaciones escritas hacia 1777) afirmando la autosuficiencia de la naturaleza humana como marco de sentido de la vida. No hay necesidad de recurrir a trascendencia alguna, el lugar que el hombre ocupa en el universo es el que le corresponde y de sus acciones depende remediar sus males. El hombre volteriano renuncia a la perfección absoluta pero lo que puede conseguir le basta para alcanzar un sentido y una felicidad posible y terrena.
A partir de nuestras lecturas de aula: ¿te animás a poner en diálogo estas dos visiones? ¿con cuál acordarías? ¿por qué?
¿Qué significa el apelativo que Voltaire da a Pascal llamándolo "misántropo sublime"?    

El debate moderno sobre la humanidad del indio


Bartolomé de las Casas

A través de la Brevísima relación de las destrucción de las Indias de Bartolomé de Las Casas (1484-1566) proponemos analizar con profundidad cómo se opera el desplazamiento del sujeto (giro) hacia el centro de las preocupaciones filosóficas.
El texto fue escrito con un claro propósito: denunciar los métodos de la conquista y pedir la eliminación de su institución: la encomienda.  En síntesis, su objetivo era promover un cambio legislativo que se produjo con la sanción de las Leyes Nuevas.

Nuestro criterio de abordaje: hombre como tema- hombre como problema

La Antropología Filosófica  no se caracteriza por poseer un objeto, el “hombre”, el “ser humano”, dispuesto a ser estudiado con un método determinado. Cuando la AF se pregunta por el hombre como objeto de estudio sabe que ese objeto que se busca conocer es un sujeto, un sujeto que comprende, interpreta, valora, juzga, siente, sufre, se hace, es decir, que no es algo dado ni una esencia inmutable. Se trata de un sujeto que se conoce y se valora en su dignidad intrínseca. A su vez, el estudioso de la AF no puede prescindir de ser él mismo un hombre, es decir, que él es al mismo tiempo sujeto que enuncia el discurso y objeto sobre el que versan sus enunciados.

¡Bienvenidos a Introducción a la Antropología 2011!


Hola todos/as


Como lo comentamos en nuestra primera clase, este blog, nuestro blog, será un espacio de encuentro y diálogo más allá del aula. Espero que se llene de ideas, de reflexiones, de preguntas, de dudas, de pensamiento crítico, de pareceres y de argumentos, de discusiones y de acuerdos y disensos,... a partir de los temas que vayamos abordando.

Para comenzar y en sintonía con nuestra actividad del primer día, les propongo que comenten sus reflexiones a partir de la imagen y los textos que discutimos. También sería importante que expresen cuáles son sus expectativas en relación con el espacio que estamos comenzando.
LOS ESPERO, A PARTICIPAR!!!



TEXTOS PARA PENSAR:

Friedrich Nietzsche. Shopenhauer como educador. Traducción de Luis Moreno Claros. Publicada en Madrid, en septiembre de 1999 por Valdemar.

Al preguntársele cuál era la característica de los seres humanos más común en todas partes, aquel viajero que había visto muchas tierras y pueblos, y visitado muchos continentes, respondió: la inclinación a la pereza. Algunos podrían pensar que hubiera sido más justo y más acertado decir: son temerosos. Se esconden tras costumbres y opiniones. En el fondo, todo hombre sabe con certeza que sólo se halla en el mundo una vez, como un unicum, y que ningún otro azar, por insólito que sea, podrá combinar por segunda vez una multiplicidad tan diversa y obtener con ella la misma unidad que él es; lo sabe, pero lo oculta como si le remordiera la conciencia. ¿Por qué? Por temor al prójimo, que exige la convención y en ella se oculta. Pero, ¿qué obliga al único a temer al vecino, a pensar y actuar como lo hace el rebaño y a no sentirse dichoso consigo mismo? El pudor acaso, en los menos; pero en la mayoría se trata de comodidad, indolencia, en una palabra, de aquella inclinación a la pereza de la que hablaba el viajero. Tiene razón: los hombres son más perezosos que cobardes, y lo que más temen son precisamente las molestias que les impondrían una sinceridad y una desnudez incondicionales. Sólo los artistas odian ese indolente caminar según maneras prestadas y opiniones manidas y revelan el secreto, la mala conciencia de cada uno, la proposición según la cual todo hombre es un milagro irrepetible sólo ellos se atreven a mostrarnos al ser humano tal y como es en cada uno de sus movimientos musculares, único y original; más aún, que en esta rigurosa coherencia de su unidad es bello y digno de consideración, nuevo e increíble como toda obra de la Naturaleza y en modo alguno aburrido. Cuando el gran pensador desprecia a los hombres, desprecia su pereza, porque por ella se asemejan a productos fabricados en serie, indiferentes, indignos de evolución y de enseñanza. El hombre que no quiera pertenecer a la masa únicamente necesita dejar de mostrarse acomodaticio consigo mismo; seguir su propia conciencia que le grita: «¡Sé tú mismo! Tú no eres eso que ahora haces, piensas, deseas».

Kant, Inmanuel. 1785. Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. 434, 30
“En el reino de los fines todo tiene o un precio o una dignidad. En el lugar de lo que tiene un precio puede ser puesta otra cosa como equivalente; en cambio, lo que se halla por encima de todo precio, y, por tanto, no admite nada equivalente, tiene una dignidad (...)
Así pues, la moralidad y la humanidad en tanto que ésta es capaz de la misma, es lo único que tiene dignidad”.

Buber, Martín. ¿Qué es el hombre? FCE, 1981, pág. 24)
“Podemos distinguir en la historia del espíritu humano épocas en que el hombre tiene aposento y épocas en que está a la intemperie, sin hogar. En aquéllas, el hombre vive en el mundo como en su casa, en las otras el mundo es la intemperie, y hasta le faltan a veces cuatro estacas para levantar una tienda de campaña. En las primeras el pensamiento antropológico se presenta como una parte del cosmológico, en las segundas ese pensamiento cobra hondura y, con ella, independencia”

Miró Quesada, Francisco. El hombre sin teoría. Lima, Universidad. Mayor de San Marcos,1954
"Cuando Hitler se enteró del resultado de las investigaciones de un famoso biólogo alemán sobre la composición de la sangre de los judíos lo mandó llamar y le dijo que no podía ser cierto. Pero el biólogo le aseguró que todos los análisis le habían conducido al mismo resultado: la sangre de los semitas era igual a la de los germanos. El biólogo fue subrogado de su cargo universitario. No se volvió a hablar más de él. Pero tuvo la conciencia de que había terminado su carrera, cumpliendo un inmenso destino: demostrando que las teorías nazis sobre la superioridad racial de los germanos eran falsas.
El biólogo alemán se atrevió a demostrar que una teoría sobre el hombre era falsa y fue víctima de su audacia y de su amor por la verdad. No fue la primera víctima. Muchos son los que a través de la historia se han atrevido a mostrar la falsedad de una teoría sobre el hombre y han desencadenado el furor de sus contemporáneos, de todos ellos, o de un grupo, o de uno solo. (...) Cuando se destruye una teoría sobre el hombre se disuelven todos los órdenes posibles, se desmorona el universo, se hunde el suelo que se pisa. Porque en último término, todo lo que el hombre sabe y espera del universo, todo lo que el hombre cree, depende de la manera como se ve a sí mismo. El hombre no puede concebir nada sino a través de su propia concepción. Por eso no puede perdonar a quién de un plumazo cancela todo lo que cree o quiere creer sobre sí mismo. Porque le quitan su tierra firme. Y nada lo aterra más que dejar lo que con tanto trabajo ha construido y volver a ser un náufrago en el oscuro "mare tenebrosum"."